En la Copa de Italia se siguió destacando superando al Inter de Milán y a la Juventus en la liguilla de semifinales, por lo que consiguió llegar a la final, la cual se disputó el 28 de junio en el estadio Olímpico de Roma, donde el equipo no pudo doblegar a la Fiorentina, ante la cual cayó por 2:3 (sin poder contar con el trabajo de Gianni Rivera). El equipo vbisitante ha intentado sostener la pelota en su poder pero las pocas asociaciones en la mitad del campo han generado que Milan se adelante en el campo y se aproxime con más peligro. En el campeonato local, el equipo disputó palmo a palmo el scudetto ante el Inter, finalizando en la segunda plaza. En el campeonato italiano, el equipo finalizó en la tercera ubicación. Con una escuadra compuesta de jugadores de la talla de Rivera, Cesare Maldini, Giovanni Trapattoni y sumados al debut en Serie A de Giovanni Lodetti (juvenil del Milán que se transformó en una pieza fundamental en el once titular del equipo de Rocco10 ) y las contrataciones de Gino Pivatelli y del brasileño Dino Sani; el Milán se consagró, en aquella temporada, como campeón de Italia por octava ocasión en su historia.
Para la temporada subsiguiente (1980/81), la escuadra lograba el ascenso a la Serie A tras terminar en la primera posición del campeonato, con Roberto Antonelli como capocannoniere del torneo y bajo la presidencia de Gaetano Morazzoni. Dando inicio a la temporada de 1975/76, finalizó la presidencia de Buticchi, siendo Bruno Pardi (a quien lo reemplazó Vittorio Duina al final de temporada) el nuevo timonel de la sociedad. Una vez finalizada la campaña y tras siete jornadas en el Milán, Bruno Mora se retiró del fútbol. Durante aquella campaña se logró alcanzar una nueva final de la Recopa de Europa, dejando al Borussia Mönchengladbach alemán (estandarte del fútbol teutón en los ’70 junto al Bayern de Múnich) en semifinales, por un global de 2:1 (2:0 en casa y 0:1 de visita). En el ámbito europeo y en su primera participación en la Recopa de Europa, el equipo eliminó en semifinales al Bayern de Múnich (2:0 en Italia y empate sin goles en Alemania), por lo accedió a disputar la final ante el Hamburgo, sobre el cual se impuso por 2:0 (con una doppietta de Hamrin), conseguiendo así, su segundo título a nivel internacional.
El equipo también disputó, por cuarta ocasión, la Recopa de Europa, donde quedó eliminado en primera ronda ante el Betis español, por un global de 2:3 (0:2 en España y 2:1 en Milán). Después de terminar terceros en la temporada de 1979/80 y de quedar eliminados en primera ronda de la Copa de Campeones (frente al Porto, tras empatar sin goles en la ida y caer por 0:1 en Milán), el presidente del club rossonero, Felice Colombo, entre otros dirigentes del club, estuvo involucrado en el denominado Totonero. En la temporada de 1966/67 y tras la dimisión de Liedholm como entrenador del Milan, el cargo recayó en el ex jugador rossonero, Arturo Silvestri. La enganchó Lukaku en el área con mucha violencia y el portero del Milan la saca como puede. Disparo desviado de Tonali en la frontal del área. Mano de Bremer en el área tras el pase de Knuic.
Farina se empeñó en construir una escuadra competitiva, contratando a Nils Liedholm (después de sus sobresalientes resultados al mando de la Roma) como entrenador y fichando a jugadores como Pietro Paolo Virdis (quien fue una pieza clave en el resurgimiento del club), Mark Hateley (Attila), Ray Wilkins (Butch) y Agostino Di Bartolomei. La escuadra de Liedholm comenzó de gran manera el campeonato, ganando nueve de los diez puntos posibles tras las primeras cinco jornadas disputadas. Con los refuerzos de Walter Novellino (proveniente del Perugia) y de Stefano Chiodi (procedente del Bologna), Liedholm armó un cuadro competitivo que ejercía su filosofía de fútbol ofensivo, plasmado en su esquema con una única punta (Chiodi) que era abastecida por el constante peligro que ejercían a sus espaldas jugadores como Maldera, Novellino, Antonelli y Bigon. ¿Qué era eso? Según se explicó, sacar 30 o 40 centímetros cúbicos de sangre, centrifugarla para concentrar las plaquetas y volverla a inyectar para acelerar la cicatrización. Para la temporada de 1974/75 y con la consolidación de Aldo Maldera (conocido como Maldera III) en la titularidad del equipo, la llegada del portero Enrico Albertosi (cedido del Cagliari) y el arribo de Aldo Bet; el cuadro rossonero acabó quinto en la liga, con lo que accedió a disputar la Copa de la UEFA.